Uno de los principales problemas que tienen las protectoras de animales, es que las adopciones no son tan frecuentes como la cantidad de perros que aparecen día tras día en diversas situaciones de abandono y maltrato. Por otra parte, una vez concretada la adopción, en ocasiones, algunas de ellas son fallidas porque las familias a los pocos meses devuelven al perro, por diversos problemas de conducta que no pueden controlar. 


Ingresar a un refugio de animales:

Es aconsejable para mantener la calma en los perros, ingresar callados y con los brazos pegados al cuerpo, mientras ellos se dedican a reconocerte mediante su órgano sensorial más importante, el olfato. Una vez que pases esta etapa podrías pasar a un contacto físico, en el caso de los perros que se acerquen por propia iniciativa y podrá ser un momento indicado para sacar fotos también, si quisieras hacerlo. 

Si enfocás tu atención en un solo perro, puede pasar que se genere una pelea ya que comenzarán a competir entre ellos, por eso es muy efectivo ser lo más neutrales posibles frente al grupo. 

Si ves que un perro se muestra temeroso y evita tu acercamiento, no lo persigas ya que en el caso de sentirse arrinconado, podría llegar a morderte como instinto natural de supervivencia, para reclamar distancia frente a algo que le resulta amenazante.  Hablar con el personal sobre el carácter de los distintos perros presentes es de gran utilidad para evitar accidentes. 

Las historias y experiencias de cada perro:

Las situaciones lamentables en las que son rescatados la gran mayoría de los perros que ingresan a un refugio, generan una enorme sensibilización en las personas, lo cual puede llegar a ocasionar graves problemas de conducta.

Si bien los perros tienen emociones, a decir verdad no son tan intensas, desarrolladas y complejas como las que experimentamos los humanos.

Los sentimientos vinculados a la lastima, empatía, culpa y compasión, no están presentes en la comunicación de los animales. Cuando las personas ponen en juego este tipo de energías tan fuertes en la relación con sus perros, se generan confusiones y su comportamiento se desfigura.

Desde el momento en que lleves un perro a tu casa, dependiendo de su carácter, el animal va a reaccionar de distintas maneras frente al cambio brusco de entorno que está sufriendo. Quizás en algunos casos pueda comportarse de una forma alegre y poco trascendente con la situación.

Pero en otros, puede actuar de forma insegura y estresarse enormemente con estos cambios, pudiendo manifestarlo con distintos comportamientos negativos:

  • Rompiendo objetos en la casa.
  • Con reacciones vinculadas a la agresividad.
  • Manifestar un estado depresivo y con poca motivación.
  • Mostrarse sumamente inseguro y evitar el contacto con las personas, entre otros.

De qué manera podemos ayudarlos a adaptarse?

Si de adaptaciones en perros hablamos, lo mejor que podemos hacer para ayudarlos es ignorarlos completamente. De esta forma no vamos a estar mostrando trascendencia frente a esas reacciones  negativas que puedan estar manifestando, al tiempo que le daremos un buen ejemplo de energía neutral para poder imitar frente a esa situación. Como consecuencia de la humanización de los perros, las personas en muchas ocasiones cuando los ven temerosos, intentan ayudarlos hablándoles tiernamente y brindándoles mucho amor con una energía extremadamente pasional. 

La gran diferencia entre los humanos y los animales, es que en éstos existe ausencia de raciocinio, lo cual significa que están plantados en lo que pasa en ese exacto presente. Esto significa que si un perro está nervioso y nosotros le brindamos cariño, vamos a estar soldando ese comportamiento desequilibrado frente a un estímulo determinado. A modo de ejemplo, si un perro estuviese agresivo y su propietario le brinda cariño con esa energía, estaría fomentando la agresividad.

Como siempre digo, lo que aprendí de los perros, ellos me lo enseñaron a través de la observación. A modo de ejemplo, una madre canina es sumamente responsable con el

cuidado, protección, higiene y alimentación de sus cachorros, sin embargo experimenta una energía mucho más neutral y mucho menos pasional que la aplican muchas personas cuando se relacionan con sus perros. 

Al mismo tiempo el exceso de atención sobre un perro, puede fomentar su liderazgo en la familia, ya que el sumiso está siempre pendiente de su líder. Y por lo tanto, si estás todo el tiempo pendiente de tu perro, le darás a entender que estás tomando una postura de seguidor.

Claro está que ningún extremo es sano, hay que encontrar un equilibrio. 

En la vida normal de un perro, durante el día, hay tiempos para distintas actividades cuando se relacionan entre sí. Hay tiempos para jugar, tiempos para dormir juntos, tiempos para estar solos, tiempos para acicalarse, tiempos para disciplinarse y definir normas de convivencia, entre otros. 

Lo que desequilibra su comportamiento cuando pasan a estar con personas, es que muchas veces estos tiempos no son respetados y todo el vínculo se traduce en cariño, cariño y más cariño.

Cómo elegir al perro indicado?

Primero que nada es importante definir con anticipación si lo que querés adoptar es un cachorro o un perro adulto. Todo va a depender de tus tiempos y de tu paciencia. Los cachorros por lo general pueden requerir más trabajo en su educación, a diferencia de un perro adulto que ya tenga su carácter establecido.

Por otra parte, si hay niños en la casa u otro perro o mascota, sería bueno llevarlos al refugio.

De esta forma cuando elijas un posible candidato que te simpatice, podrás separarlo para ver cómo reacciona frente a la presencia de sus futuros compañeros de manada. 

Una adopcion exitosa: 

Para lograr una evolución positiva en la adaptación y equilibrio emocional de cualquier perro, es fundamental que haya un estilo de vida activo y en contacto social con distintas experiencias. Un perro equilibrado no es viable con un estilo de vida apartado y monótono, ellos necesitan compartir actividades en grupo y gastar energía diariamente.

La disciplina racional, es decir sin ningún tipo de aplicación desequilibrada y que genere traumas en el animal, es importante también, ya que en toda manada existe una estructura social y normas de convivencia.