Es frecuente de observar en la calle distintos propietarios que no logran tener un control adecuado sobre el comportamiento de su perro, lo cual puede generar accidentes y molestias a otras personas.  Los tirones de correa, perros que van reaccionando en demasía con diferentes estímulos, ladrando y proyectando un nivel de energía muy exaltado, se hacen presentes ocasionalmente en la ciudad. 


Cuando los perros manifiestan comportamientos desequilibrados al momento de salir a pasear, es porque en su estilo de vida hay varios factores que van en contra de su equilibrio emocional. Por un lado, desde que el animal es cachorro, deberemos generar una buena adaptación a su entorno, exponiéndolo al máximo, para que de esta forma a futuro, los estímulos presentes no le resulten novedosos. Por otra parte, los paseos y el ejercicio físico son de gran importancia para su nivel de energía y facilidad de manejo por parte de su propietario. Tener un perro educado y equilibrado requiere de mucha constancia, paciencia y dedicación y algo no menor, conocimiento sobre el tema.

El primer paso es tener una correa y collar en buen estado para garantizar el control y la seguridad de tu perro ya que tenerlo suelto en la ciudad, incluye riesgos para él y para terceros. Colocarle una chapita identificatoria y un chip, es de gran utilidad por si algún día llega a extraviarse. Desde el momento previo a salir de tu casa, es importante procurar la calma en tu perro, para esto puede ser necesario practicar disciplina y tomarnos unos pocos minutos en la puerta hasta que se muestre más tranquilo.

Una vez en la calle, es importante la dinámica que generemos durante el paseo para mantener una buena conexión y control sobre la situación. Es aconsejable generar una caminata continua ya que esto obedece a un instinto básico en los perros como lo es el hecho de migrar en manada, que naturalmente lo realizarían en búsqueda de diferentes recursos básicos para la supervivencia como el agua, alimento, una hembra en celo e incluso nuevos territorios. Durante esta caminata es necesario controlar que tu perro no vaya olfateando todo lo que se le cruce en su camino, tirando de la correa y al mismo tiempo reaccionando frente a terceros. 

Para ésto deberemos anticiparnos a sus reacciones para no permitirle escalar en su nivel de exitacion lo que nos va a facilitar su control y garantizar una salida disfrutable para ambos. Hacer una breve pausa y hacerlo sentar cada vez que vayamos a cruzar la calle, es de gran utilidad para que lo vaya asimilando por reflejo condicionado. Por lo general los perros que se exaltan mucho al momento de experimentar una salida en a vía pública, tienen en común algunos factores que no favorecen su comportamiento.  

 

      Una adaptación y socialización poco desarrolladas como consecuencia de la falta de exposición.

      Propietarios demasiado permisivos y emocionales.

      Falta de disciplina.

      No gastar la energía diaria suficiente.

      Manejo practico inadecuado.

 

Dentro de lo que implica controlar adecuadamente a un perro y permitirle proyectar una energía equilibrada, también es importante el estado anímico de su guía. Para controlar a un perro debemos primero sabernos controlar a nosotros mismos, es aconsejable tener mucha paciencia y controlar nuestras reacciones hasta en los momentos más difíciles. Los perros van continuamente reaccionando en base al estado anímico de la persona que intente controlarlo. Por eso mismo muchas veces parecieran cambiar su comportamiento repentinamente, dependiendo de quien se haga presente en su manejo.

 Es frecuente de observar en la calle distintos propietarios que no logran tener un control adecuado sobre el comportamiento de su perro, lo cual puede generar accidentes y molestias a otras personas.  Los tirones de correa, perros que van reaccionando en demasía con diferentes estímulos, ladrando y proyectando un nivel de energía muy exaltado, se hacen presentes ocasionalmente en la ciudad.